jueves, 3 de junio de 2010

El Lider sabio.

El líder sabio no trata de proteger a nadie de sí mismo. La luz de la conciencia
brilla del mismo modo sobre lo placentero y sobre lo displacentero. Los humanos
no son mejores que el resto de la creación. El mismo principio que está en el
interior de los seres humanos está presente en todas las demás cosas.
Tampoco un individuo es mejor que el resto de la humanidad. Todos valen igual.
¿Para qué tener favoritos? Al saber esto, el líder sabio no pretende ser especial.
No habla a espaldas de nadie ni pierde el tiempo cuestionando los méritos de
teorías adversas. El silencio es su gran fuente de fortaleza.


El líder sabio es como el agua. Ella refresca y limpia a todas las criaturas vivas sin
juicios ni distinciones; libre y sin miedos, penetra profundamente bajo la superficie
de todas las cosas; fluye; responde; sigue la ley con toda libertad. El líder sabio
trabaja sin quejarse en cualquier contexto y con todo problema o persona que se
presente. Actúa siempre para beneficio de todos y es capaz de servir más allá de
cuanto le paguen. Habla simple y honestamente, interviniendo sólo para dar luz y
armonía.
Para profundizar en ti mismo, abandona tu egoísmo. Abandona tus esfuerzos por
ser perfecto, rico, seguro o admirado. Tales esfuerzos te limitan, bloquean tu
universalidad. Abandonar es como morir. Todo emerge, se forma y muere. Tú
también.
Observando los movimientos del agua el líder aprehende que, en la acción, el tiempo es todo.


Como el agua, el líder es fluido. Al ver que su líder no empuja ni
presiona, el grupo no resistirá ni guardará resentimiento.

Será, entonces, un buen grupo.

EL TAO DEL LIDERAZGO
John Heider

http://www.crisbolivar.com/Tao%20de%20los%20l%C3%ADderes%20%28resumen%29.pdf

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