domingo, 3 de octubre de 2010

Gerentes Exitosos y algo mas....

Gerentes Exitosos y algo mas....

Cuando a Ram Charam, el famoso asesor de las principales multinacionales del mundo, se le preguntó cuáles deberían ser los principales atributos de un gerente en este mundo globalizado, no dudó en enumerar cuatro de ellos: 

? Aprender a liderar el cambio y amar la competencia

? Conocer como ningún otro a sus clientes

? Tener la gente indicada en el sitio indicado

? Saber identificar la receta para hacer dinero

Desde luego esos cuatro principios no lo son todo. Charam y otros líderes mundiales de la gerencia y la administración tienen tantos consejos como empresas hay en cada país, pero cuando es necesario clasificar en orden las prioridades, estas sugerencias no pueden faltar.

Liderar el cambio

Los negocios son dinámicos. Las costumbres y los hábitos de los consumidores son volátiles. Los mercados ya no son cautivos y las opciones de compra son múltiples. 

Por lo tanto, un gerente debe estar atento a motivar a su equipo, para que sea todos los días más creativo en sus ideas, y participe en las propuestas de nuevos desarrollos de productos.

Un gerente enfocado al éxito tiene una estrategia, la analiza, la discute con su equipo y con sus asesores y la proyecta hacia el futuro. Se fina retos y anda atento a la competencia, pero no para copiar y ubicarse atrás sino para ofrecer mejores alternativas.

En cambio, un gerente con sus días contados vive del presente, su visión es cortoplacista, se conforma con las utilidades del momento y no le da suficiente importancia al cliente o al usuario, que es la razón de ser de la empresa. 

Un directivo pasivo y poco visionario, le tema a la competencia. No la ama como lo sugiere Charam, sino que la detesta. La competencia pellizca, da vida, motiva la creatividad y la innovación, sacude y hace que las personas sean más dinámicas y proactivas. 

El objetivo del negocio

Otro rasgo fundamental del buen gerente es pensar en el cliente, satisfacer sus necesidades, estar atentos a visualizar el cambio de gustos, hacer nuevas propuestas. 

Pero como la retórica puede con todo, esto no se puede convertir en un decálogo de frases que se cuelgan en las paredes de la oficina y que nadie identifica.

La satisfacción plena del cliente no es solo la calidad, el precio y el embalaje del producto o el servicio que está en el mercado. Parte - dice Peter Senge - de la actitud de los empleados. 

¿Qué es lo que la empresa proyecta? Y recordemos que la empresa no son solo las instalaciones, ni los computadores, sino el capital humano. Trabajadores insatisfechos, desmotivados y angustiados trasmiten esa sanción. En muchas ocasiones el enemigo no es la competencia, sino el cliente interno (el operario, el director de división).

Un caso que nos sirve de ilustración de lo que es estar enfocado en el objetivo del negocio, lo tiene el presidente de Alpina, Julian Jaramillo. En entrevista al director de este diario, Mauricio Rodríguez, relató su forma de proceder. Él tiene como hábito ir a las tiendas donde se distribuyen sus productos, escucha los comentarios de los consumidores, habla con ellos y con el tendero. 

De ahí saca conclusiones que las lleva y comparte con su equipo de trabajo. Es una fórmula que deberían aplicar todos los gerentes.

El gerente mediano, desenfocado en el mundo contemporáneo de los negocios, vive preocupado todo el tiempo por la tesorería ?algo importante en la organización pero que bien puede estar en manos de un excelente trabajador, colocado ahí por sus conocimientos y habilidades en esa área-. 

El gerente que no esté enfocado al cliente puede tener sus días contados y llevar la empresa a la muerte súbita como lo sostiene el gurú del liderazgo, Kenichi Ohmae.

La empresa es la gente

¿Y tiene la persona indicada en el lugar indicado? Es el talón de Aquiles de muchas empresas, sobre todo las de familia y las Pymes, que no tienen una filosofía para designar al gerente, ni al equipo, ni al sucesor. Una compañía que integre el equipo de trabajo con base en sugerencias y recomendaciones, y que deja de lado la selección por las competencias, se verá en problemas.

El gerente tiene que tener el tacto, la visión y la habilidad de contratar el que es. Muchas personas tienen tantos títulos que no caben en la hoja de vida, pero son tan pretensiosos y presumidos que difícilmente pueden trabajar en equipo. 

Pero además, usted quizás incorporó el mejor profesional, el que tiene muchos pergaminos y reconocimientos. Un buen trabajo. La pregunta es: ¿lo colocó en el lugar apropiado? 

Un gerente de esos que no nos gustaría tener, no le da la suficiente importancia a esta estrategia. Contrata y luego pregunta si sirve y luego lo despide sin la menor contemplación. Resultado: constante rotación de personal. Y eso genera ineficiencia y escasa productividad. Las Pymes, de acuerdo con el estudio de Acrip, son las reinas de la improvisación en materia de escoger el que es y colocarlo en lo que es.

El valor de la estrategia

¿Y la receta para hacer dinero? Aplique todos estos principios, pero parta de una premisa: conozca al detalle el negocio. Cada actividad es un mundo. Por tanto, debe ser incisivo en adquirir todos los días nuevos conocimientos sobre la actividad en la que se desempeña.

Tener un negocio para sobrevivir no es ninguna garantía; es más un desgaste. El buen gerente sabe por qué invertir. Quizás en el mediano plazo la rentabilidad no sea la deseada, pero debe tener claro a partir de qué momento la tendencia se revertirá. Si eso no sucede, hay un problema grave. ¿Hasta cuándo resistir?

El gerente que se conforma con lo poco no sirve. Generalmente, no va más allá del día, no planea lo suficiente, no tiene criterios para adelantar una organización apropiada, no hace seguimiento y sus niveles de ejecución son modestos.

El gerente que no motiva, que no enseña con el ejemplo, que le importa poco el bienestar y el crecimiento de su capital humano, está mandado a recoger. 

El gerente que no construye confianza entre su equipo, que demora más de lo indicado las decisiones, que es sinuoso en los mensajes y no es capaz de convertir las estrategias en un propósito común, terminará culpando a alguien o a algo ?
a la competencia, al gobierno, a los trabajadores y hasta a la propia familia- de su fracaso.
 
http://noticias.elempleo.com/colombia/tendencias_laborales/diferencias-entre-gerentes-exitosos-y-fracasados/6586720
Hermógenes Ardila

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